Querido espectador, quiero mostrarte con un ejercicio de imaginación como es mi Magia.
Pero primero quiero que contestes en tu cabeza esta pregunta.
¿Qué es para ti la Magia?
Ahora sí, empecemos
Imagina (lo digo en serio, imagínalo de verdad)…
Imagina que entras en un entorno con una luz tenue, una música tranquila y se te presenta un tipo misterioso con una baraja. Que a ritmo de palabras preciosas traza una historia maravillosa, al ritmo que cartas aparecen y desaparecen, se duplican.
La música sube el ritmo en el momento más intenso, para luego bajar al compás de un texto poderoso. Al compás de un ritmo perfecto y de una historia cuyas palabras parece que hablen de ti. Sus ojos al cruzarse con tu mirada hacen saltar una chispa.
Mientras, la Magia se apodera de un entorno donde en la baraja sigue ocurriendo lo imposible, donde las notas de piano de fondo te hacen cerrar los ojos y la Magia la ves ya en tu mente. Incluso con los ojos cerrados.
Dentro de ti lo que cobrará fuerza es una sensación de belleza a la que le dará exactamente igual qué secretos hay detrás de eso que has visto.
Y para mí esa y sólo esa es la más grande sensación que alguien que presencia Arte puede llevarse. La sensación de belleza y emoción que hagan que cierres los ojos y notes algo dentro de ti que se mueve. Y que cuando alguien te pregunte por lo que has visto sonrías recordando lo bonito que fue.
Solo en el momento en el que tú yo más profundo haya sido capaz de fusionarse con todos los elementos que estoy creando para ti, podrás sentir la verdadera magia.
Yo creo en la Magia
Yo sí, creo en la Magia. Y creo en la Magia no porque sea mago y creer en ella me permita transmitir esa misma sensación en mi público. Creo en la Magia porque soy una persona, porque la vida se ha encargado de ir susurrándome al oído que la Magia existe. Porque me he enamorado, porque he subido a cimas de montañas increíbles, porque he visto atardeceres monumentales. Porque la belleza de esas cosas no la puedo entender y no quiero entenderla. Porque la Magia no es sólo hacer algo imposible, sino llenarlo de belleza y de sentimientos. Y creo en la belleza. Y creo en la fuerza de las emociones. Y creo en el Arte. Yo creo en la Magia.
Pero tengo una buena noticia. No soy el único. El niño que hay dentro de ti también sigue creyendo. Y te grita cada día al oído que tú también lo hagas.